Fuerza Patria arrasó en seis de las ocho secciones y dejó al Presidente debilitado a semanas de las legislativas nacionales. El peronismo se impuso por 13 puntos sobre La Libertad Avanza. Con el 89% de las mesas escrutadas, el oficialismo provincial alcanzaba el 47%, frente al 33,84% de los libertarios.
El gobierno de Javier Milei recibió este domingo un revés histórico en la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo nucleado en Fuerza Patria —con Axel Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa en la conducción— se impuso por 14 puntos sobre La Libertad Avanza (LLA). Con el 84% de las mesas escrutadas, el oficialismo provincial alcanzaba el 46,9%, frente al 33% de los libertarios.
El PJ se quedó con seis de las ocho secciones electorales, incluidas la primera y la tercera, las más pobladas e influyentes. En el conurbano, Gabriel Katopodis derrotó a Diego Valenzuela por diez puntos y no dudó en marcar el tono político: “Es un freno a Milei”.
El golpe fue más duro de lo esperado en la Casa Rosada, que apostaba a dar la sorpresa en territorio bonaerense. Pero la derrota dejó al Presidente sin margen: su figura llega debilitada a las legislativas nacionales del 26 de octubre, en medio de tensiones internas y escándalos judiciales que golpean a su entorno.
Mientras en La Plata el peronismo celebraba “la unidad como clave del triunfo”, el oficialismo libertario apenas pudo consolarse con victorias aisladas en Mar del Plata y Bahía Blanca. Ni el ausentismo —que se esperaba más alto— logró amortiguar el resultado: votó un 63% del padrón, el nivel más bajo desde 2021.
La elección bonaerense no solo expuso el poder del peronismo en su bastión histórico, sino que también encendió luces de alarma en los mercados y dentro del propio oficialismo. Milei enfrenta ahora un desafío mayúsculo: recomponer su frente político, dividido entre la estructura territorial de Karina Milei y los “halcones” de Santiago Caputo, mientras el kirchnerismo ya sueña con volver en 2027.