Martes 1 de julio de 2025

La otra cara del “rebote” económico: Más de 12 mil fábricas cerraron en un año

La presión impositiva, la recesión y la apertura importadora vacían el mapa industrial argentino. Desde que asumió Javier Milei, se perdieron más de 12.000 pymes. La recuperación, por ahora, solo beneficia a unos pocos sectores.

Miércoles 25 de junio de 2025

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Entre enero de 2024 y enero de 2025, más de 12.000 empresas cerraron sus puertas en Argentina, arrastradas por la recesión, la carga tributaria y la competencia desleal con productos importados. Así lo reveló un informe del Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA), que denunció una pérdida neta de 12.259 unidades productivas en apenas doce meses. En ese período, el total de empresas registradas cayó de 511.630 a 499.371.

“El ritmo de destrucción es alarmante”, advirtió Daniel Rosato, titular del IPA. “Desde que asumió Milei, más de 12 mil compañías desaparecieron. Las fábricas argentinas no pueden competir contra productos importados subsidiados, con financiamiento barato y planes de desarrollo en sus países de origen”, explicó el dirigente.

Aunque en marzo la economía mostró un crecimiento interanual del 5,6%, el informe aclara que esa recuperación es sectorial, desigual y parte de una base extremadamente baja. Los sectores que más crecieron, como la intermediación financiera o el agro, poco aportan al empleo y al valor agregado local. En cambio, los sectores intensivos en trabajo —como la industria y la construcción— siguen en caída.

Los números del empleo registrado reflejan esta situación: en marzo se perdieron casi 75 mil puestos de trabajo respecto al año anterior. Solo la industria expulsó más de 18 mil trabajadores formales, mientras que la construcción perdió más de 14 mil y la administración pública casi 32 mil.

A pesar de que abril trajo un repunte de la producción industrial del 8,5% interanual, se trata de un rebote débil, basado en niveles históricamente deprimidos. Además, sectores clave como químicos y metales siguen en contracción.

“La economía crece, pero sobre cimientos frágiles”, resume el documento. “Las reservas aumentan por deuda, no por exportaciones. El consumo, la industria y el empleo siguen rezagados. La inflación baja, pero no reanima la demanda. La recuperación no llega a las pymes ni a los hogares”.

Rosato cerró con un reclamo: “Es ahora cuando el Gobierno debe definir si tiene un plan productivo o si va a dejar morir al sector industrial. Sin producción nacional, no hay futuro”.