Lunes 15 de septiembre de 2025

Milei lanza el Presupuesto 2026 en cadena nacional y redobla su apuesta por el ajuste

Sin ir al Congreso y tras el golpe electoral en Buenos Aires, el Presidente busca mostrar señales de disciplina fiscal. El proyecto prevé más recortes en subsidios, transferencias a provincias y gasto público para alcanzar un superávit del 2,2% del PBI.

Lunes 15 de septiembre de 2025

...
Compartir

En su momento de mayor tensión política, Javier Milei presentará este lunes el proyecto de Presupuesto 2026, la hoja de ruta económica que define el gasto y los ingresos del Estado para el próximo año. La presentación no será en el Congreso, como indica la tradición, sino mediante una cadena nacional grabada en la Casa Rosada, lo que confirma la distancia entre el Ejecutivo y el Poder Legislativo.

El Gobierno busca mostrar que mantiene el compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con su programa de ajuste. El proyecto prevé un crecimiento del 4,5% para 2026, una inflación en el rango del 7 al 12% anual y un superávit primario del 2,2% del PBI, por encima de la meta fijada para 2025.

En materia fiscal, se estima que los ingresos se recuperen hasta el 17,3% del PBI y que el gasto primario se mantenga contenido, profundizando el recorte iniciado en 2023. Los mayores ajustes se concentrarán en tres frentes:

  • Subsidios: el Ejecutivo proyecta una baja hasta 0,8% del PBI, con foco en energía y transporte.

  • Transferencias a provincias: se recortarán los ATN y partidas discrecionales, lo que anticipa un nuevo choque con gobernadores.

  • Obra pública: se mantendrán solo proyectos de infraestructura considerados estratégicos y se recortarán partidas no prioritarias.

La presentación ocurre en un contexto delicado para el oficialismo. Los recientes vetos a leyes que restituían fondos para salud y universidades desataron protestas sociales y profundizaron el desgaste político. En el Congreso, La Libertad Avanza no tiene mayoría y se espera que la oposición intente modificar los puntos más duros, especialmente en áreas sensibles como educación y salud.

El Gobierno apuesta a que el Presupuesto funcione como señal de confianza para el mercado y el FMI, pero enfrenta el desafío de sostener su hoja de ruta de ajuste en medio de la presión social y la resistencia legislativa.